Tiempos de buscar mercado. Y tiempos de valorar el peso real de las personas mayores de 65 años en la economía de la región, del país y de la Unión Europea. Empresas e instituciones públicas andan al acecho de la denominada como “economía plateada” (o economía senior) y no se disimula al centrar el discurso más en el consumo y la venta de productos y servicios que en el ejercicio de los derechos humanos de las personas mayores.
Sin embargo, la realidad es que el peso de las personas mayores de 65 años es cada vez mayor. Si el mito edadista dibuja a unas personas no productivas que suponen una carga para la sociedad por el coste de las pensiones (por otra parte, cotizadas a lo largo de toda su vida por las personas mayores), los datos de las entidades estadísticas dicen lo contrario.
El Instituto Cántabro de Estadística (Icane) ha publicado un monográfico sobre la economía plateada que seguro que da pista a empresarios y vendedores, pero también muestra como la economía relacionada con las personas mayores de 65 años supone un 13,1% de todo el Valor Agregado Bruto (VAB) regional y como sostiene el 13,9% de todo el empleo de la región.
La Unión Europea considera “economía plateada” a todo aquel movimiento económico que se genera alrededor de las personas mayores de 50 años. Cuando aplica ese filtro, el 29% del PIB de la Unión lo aporta la economía relacionada con las mayores y genera 78 millones de empleos (el 35% del total). En España, donde se sigue haciendo el corte a los 65 años, se calcula un impacto en el PIB del 12,9% (algo menos que en Cantabria) y la generación de 2 millones de empleos a tiempo completo (un 11,5% de este tipo de asalariados).
Sólo cogiendo el gasto en pensiones (11,3% del PIB), la atención sanitaria (6,9%) y los cuidados de larga duración (1,6%), hablaríamos de un 20% del PIB nacional.
Son estos sectores de la economía, junto a los servicios en los hogares del personal doméstico, los productos electrónicos, así como mobiliario y otros productos manufacturados, los que más peso tienen en la economía que se mueve alrededor de las personas mayores.
Recientemente, la Encuesta Social de Cantabria 2020 que ha publicado el ICANE también aportaba pistas sobre el perfil de las personas mayores en la región. De momento, se confirma el importante papel que juegan las personas de 65 o más años en el sostenimiento de la vida. Un 17,84% de los hogares de Cantabria tienen como sustentador principal a una persona mayor. Este porcentaje se dispara cuando nos referimos a núcleos de población de menos de 1.001 habitantes (donde el porcentaje escala al 24,5%) o en aquellos entre 1.001 y 2.000 habitantes (21,4%).