- Ana Octavia de Prete, psicóloga y escritora, imparte la charla «La salud mental y el arte como terapia» en conmemoración del Día Mundial de la Salud Mental
- Esta actividad se incluye en el Proyecto Mayores En Red, de la Fundación PEM, financiado por el ICASS
“Voy a todos los cursos de estimulación cognitiva, voy a taichí, voy a teatro, me gusta improvisar, me gusta leer. Eso me ha aportado fuerzas, sacar miedos, penas, tristezas, es una herramienta para hacer cosas… Es que tengo tiempo y, al tener tiempo, si no hago algo, caigo. Entonces, antes de caer, prefiero estar ocupada en alguna cosa”. Rosario Ortiz Cano (Socueva, Arredondo, 1943) es actriz del grupo de teatro La Glicinia, en Ramales de la Victoria, una mujer que sostuvo a su familia con la ganadería trashumante y que ha superado varias pérdidas cercanas: la de su marido y la de su hija.
Las palabras de Rosario parecen dar la razón a Ana Octavia de Petre, psicóloga y escritora quien —desde su experiencia personal— asegura que el aporte del arte a la salud es incuestionable. De Petre es sobreviviente de un grave accidente de tráfico. Tras despertar del coma, escribió el libro En segundos en el que abunda sobre la contribución del arte en el proceso de mejoramiento físico y mental del paciente. Asegura que el arte ayuda a gestionar las emociones tras conocer un diagnóstico. Además, el proceso creativo ayuda a ganar memoria, atención, concentración y a aliviar el dolor.
De Petre imparte la charla “La salud mental y el arte como terapia” para conmemorar el Día Mundial de la Salud Mental, dentro del Proyecto Mayores en Red de la Fundación PEM, financiado por el ICASS, y ante una treintena de asistentes en el aula multiusos de la Fundación Orense.

Mural colectivo en el Día Internacional de la Salud Mental
A la vivencia de la psicóloga, artista y profesora se suman otros ejemplos conocidos en el mundo del arte, como la pintura “El grito” (1893) del artista noruego Edvard Much. “¿Qué representa ‘El Grito de Much’? Desesperación, ansiedad, crisis existencial: eso lo inspiró a crear este cuadro” que se ubica dentro de la corriente del Expresionismo, expone la psicóloga. O “Retrato del ruido” (2025), del humorista y monologuista Ángel Martín, que es un libro que narra una experiencia personal tras un brote psicótico. En este caso, añade De Petre, la escritura se emplea para ponerle voz al silencio: “Utiliza el arte como catarsis, como un detonador, como un desbloqueador y liberador de sus emociones”.
La psicóloga muestra también “La columna rota” (1944), el autorretrato de la pintora mexicana Frida Kahlo (1907-1954) en el que se manifiesta el sufrimiento físico y las secuelas que le dejó un accidente de autobús: la columna vertebral partida en tres, la pierna derecha rota en once pedazos y otras fracturas en costillas, clavículas y pelvis. De hecho, Kahlo usó el arte como terapia para procesar el dolor físico y emocional. En sus tiempos, la artista plástica diría que lo único que le ayudó a curar su dolor fue el arte.
Casi al final de la charla, Rosario deja una última recomendación: “Las herramientas que tengo yo las tenéis todos… el que tenga problemas y el que no tenga problemas, que también puede acompañar, y aplaudir o aconsejar”. La jornada termina con la creación de un mural colectivo, en el que también alguien deja un mensaje: “Me ha encantado pasar este rato contigo, ha sido enriquecedor. Muchas gracias”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud mental como un estado de bienestar mental que permite a las personas hacer frente a los momentos de estrés de la vida, desarrollar todas sus habilidades, aprender y trabajar adecuadamente e integrarse en su entorno. La salud mental tiene un valor intrínseco y fundamental, y forma parte del bienestar general. Pero la OMS también calcula que el 9% de la población mundial tiene algún tipo de problema de salud mental y que el 25% lo tendrá en algún momento a lo largo de su vida.

Mensaje dejado por una asistente a la charla
La Confederación Salud Mental España asegura que una de cada cuatro personas tiene o tendrá algún problema de salud mental a lo largo de su vida. En la última Encuesta Nacional de Salud de España (INE, 2017) se precisaba que el 6,7% de la población de España está afectada por la ansiedad, exactamente la misma cifra de personas con depresión. En ambos casos la incidencia es más del doble en mujeres (9,2%) que en hombres (4%). Además, entre el 2,5% y el 3% de la población adulta tiene un trastorno mental grave. Esto supone más de un millón de personas. El Bartómetro Juvenil de Salud y Bienestar de la Fundación FAD Juventud (2019) destaca que 7,3 millones, es decir, casi la mitad de los y las jóvenes españoles de entre 15 y 29 años (48,9%) considera que ha tenido algún problema de salud mental.
La Confederación Salud Mental España añade que el 88% de las labores de atención y apoyo las realizan personas cuidadoras informales, como familia o amigos. Más de la mitad de las personas con trastorno mental que necesitan tratamiento no lo reciben y un porcentaje significativo no recibe el adecuado.