Fundación PEM hace un especial esfuerzo porque sus equipos y procesos intervengan en entornos rurales de baja densidad poblacional. No son municipios ‘vaciados’ ni a la deriva. Viven personas que no tienen servicios de proximidad y que enfrentan retos complejos.  

Por todo ello, hemos puesto en práctica un modelo de centros comunitarios co-creados y co-gestionados con las personas de los territorios y consideramos que las personas mayores pueden ser el motor de estas dinámicas que mejoran de forma constatada la vida en los territorios. También impulsamos lentos procesos de dinamización para reactivar la participación real de las personas mayores en el presente y en el futuro de los territorios que habitan. Acompañamos los esfuerzos de algunos municipios por construir ‘comunidades de cuidados’ y aquellos que utilizan la estrategia de comunidades amigables con las personas mayores o la de ‘municipios saludables’ como herramientas de mejora.