- Con la financiación del ICASS, el proyecto dinamiza y colabora a mejorar la calidad de vida de las personas mayores
- Todas las actividades parten de la iniciativa de las y los participantes en el Sur y el Oriente de la comunidad autónoma
Fundación Patronato Europeo de Mayores (PEM) desarrolla en 2025 el programa Mayores en Red con el que busca contribuir a la calidad de vida de las personas mayores que viven en contextos rurales, mediante acciones como el fomento de su interacción en la comunidad y la formación de redes comunitarias de apoyo, actividades que se realizan en ocho municipios del sur de Cantabria, en su mayoría, catalogados en riesgo de despoblamiento.
Con el financiamiento del Instituto Cántabro de Servicios Sociales (ICASS), el programa Mayores en Red tiene presencia en Ramales de la Victoria, Arredondo, Rasines y Ruesga (en el Asón), así como en Valdeolea, Campoo de Suso, Las Rozas de Valdearroyo y Reinosa (en el Sur).
De la mano de un equipo de profesionales asentados en el territorio, Mayores en Red promueve actividades de dinamización comunitaria y participación social que se ajustan a los deseos, necesidades y preferencias de las personas mayores, tareas con las que complementa y amplía las que ya ofrecen los ayuntamientos en cuestión y que a veces son insuficientes dada la falta de personal y de continuidad. Por ello, Fundación PEM apuesta porque la continuidad de interacción entre los usuarios genere comunidades que se autogestionen y alcancen la autonomía.
Por experiencias de años pasados, Fundación PEM sabe que muchas personas mayores que residen en el medio rural se sienten aisladas y olvidadas por distintas razones: por la distancia a la que viven de otras comunidades, por la falta de recursos públicos, por la escasa oferta para el ocio, por la poca disposición de espacios para la sociabilidad más allá de los bares –sitios de convivencia casi exclusivamente masculinos- así como la barrera que supone la falta de transporte.
El trabajo de Fundación PEM se entrelaza con el de las instituciones, lo que allana el camino para la generación de puntos de unión en las zonas rurales; entabla contactos con las asociaciones y agentes ya presentes en el territorio, apoyando sus iniciativas lo que, en definitiva, fortalece el tejido asociativo.
Bruno García Haya, uno de los dinamizadores territoriales, tiene entre otros cometidos visitar y dinamizar Ojébar, en Rasines; Gibaja, en Ramales de la Victoria; Bustablado, en Arredondo, así como Matienzo, en Ruesga, una localidad a la que aún no había presencia de Fundación PEM.
Una de las labores clave para Bruno es escuchar a las personas mayores a fin de conocer sus necesidades, generar vínculos y, después, cogestionar actividades en las que se involucren para que sean “personas rurales activas y que participen en su territorio, que moldeen lo que puedan su pueblo y fomentar que sean capaces de permanecer en su territorio”.
Con la colaboración de algunos ayuntamientos, Bruno imparte talleres semanales de estimulación cognitiva, de memoria y de psicomotricidad. En el caso de Ojébar, los talleres tienen lugar en las antiguas escuelas que estaban en desuso. El antiguo consultorio médico de Gibaja recibe cada lunes a un grupo de personas mayores que se activan con música y coloquios.
Durante el primer trimestre de 2025, en Mataporquera (Valdeolea), una de las actividades fue la proyección de películas —a modo de cine-fórum— que abordan diferentes aspectos de la vida de las personas mayores. Al final las asistentes debaten sobre temas como los estereotipos en la vejez, el rol de las personas mayores en la sociedad, la sexualidad de las personas mayores y las relaciones familiares. Una actividad que las mismas usuarias habían pedido y que se puso en marcha gracias a Mayores en Red.
En Celada de los Calderones, en Campoo de Suso, el inmueble que fue sede de un colegio a mediados del siglo XX hoy se emplea para clases de yoga suave que imparte los miércoles la dinamizadora Belén Gutiérrez. Una de las ahora alumnas de Belén asistió a ese mismo sitio pero a clases de educación primaria cuando era niña. El cuadro se repite en otras poblaciones donde la falta de habitantes deja en desuso algunas construcciones que en otros años albergaron otras actividades formativas.
“Los talleres de yoga suave están siendo todo un éxito”, cuenta Belén. Lo atribuye a que se trata de un ejercicio físico que las motiva, en el que aprenden a respirar, a meditar, a mejorar la postura corporal y son una oportunidad de tener un momento para ellas mismas.
El caso de Las Rozas de Valdearroyo, donde la asociación de mujeres ya está consolidada después de un anterior proceso de dinamización liderado por Fundación PEM, se ha organizado un taller de costura dos veces a la semana en el que, con material reciclado o telas nuevas, ellas hacen bolsas, neceseres y estuches para costureras, entre otros artículos, que venderán en un mercadillo de verano. Ahí, las más experimentadas comparten su conocimiento con quienes no lo tienen.
Cuando el clima lo permite, las rutas interpretativas y saludables fomentan la movilidad de las personas mayores con caminatas saludables, que han tenido lugar en la Vía Verde del Pas, en Las Henestrosas de las Quintanillas, en Valdeolea; y en San Miguel de Aguayo.
Con estas y otras acciones en el resto de municipios incluidos en el progra,a, Fundación PEM apuesta por la dinamización de zonas rurales en el oriente y en el sur de Cantabria para promover la participación activa de las personas mayores, dinamizar sus localidades y favorecer alianzas entre ellas.