La Fundación PEM trabaja desde su nacimiento en la promoción de un envejecimiento activo, saludable y participativo como una forma de que las personas mayores ejerzan sus derechos humanos fundamentales a la autonomía, el aprendizaje, el ocio y la salud, entre otros.
El envejecimiento activo es un concepto biopsicosocial y, por tanto, no se reduce al mantenimiento de una buena salud libre de discapacidad, sino que también implica el mantenimiento óptimo de aspectos psicológicos y sociales. Cuatro son las áreas que trabajamos para lograr envejecer activamente: hábitos saludables o salud comportamental, funcionamiento cognitivo, funcionamiento emocional, control y estilos de afrontamiento positivos y, finalmente, participación social.
